domingo, 29 de agosto de 2010

EL ASESINO Y LA ARRIBISTA


Dicen que en la televisiòn todo "se vale", que hay que darle a la gente lo que le gusta, que no se pueden escatimar esfuerzos para lograr audiencia y conseguir espectativa. Yo simplemente a eso le llamo arribismo.

Léase el significado de arribista en el diccionario:

"Persona que quiere progresar rápidamente y para conseguirlo utiliza todos los medios a su alcance, sin importarle si son éticos o no".
Diccionario Manual de la Lengua Española Vox. © 2007 Larousse Editorial, S.L.

"Díc. del que ha alcanzado una posición social superior a su calidad, merecimientos, talento, etc. "
"Díc. del que pretende figurar".
Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.

"Persona que actúa sin moral para progresar rápido".
Copyright © 2009 K Dictionaries Ltd.

Si analizamos bien estas definiciones no podemos equivocarnos al decir que Gisella Valcárcel actúa como (o es) una arribista.

La presencia del asesino Fernando Roca Rey en su programa no es sino la cúspide de una serie de actos que ha venido ejecutando a lo largo de su vida para alcanzar notoriedad. ¿O alguien sería capaz de invitar a un ex-esposo a su programa sólo para alcanzar rating y prestarse a un ridìculo juego de coquetetos y pseudo-reconciliaciones? Es la vida personal expuesta, intencionalmente reducida, convertida de algo íntimo y privado en sólo un objeto para alcanzar algo tan "trascendental" como la sintonía de un sábado por la noche.

Ella sabía perfectamente la controversia que iba a ocasionar la presencia del "torero héroe" en su programa. Sabía perfectamente que las organizaciones animalistas harían plantones, protestas y pronunciamientos y que su programa iba ser favorecido de alguna u otra manera con puntos en el rating. NO fue cuestión de un error de la producción. Fue algo maquiavélicamente calculado y es ahi donde precisamente redunda lo repugnante. Considerar convocar a alguien cuyo "oficio" es asesinar animales, es provocar deliberadamente.

Eso es lo que ella buscaba. Protestas en la puerta del canal, improperios. manifestaciones. Buscaba eso para crear la espectactiva del asesino danzando, exhibiéndose en una pista de baile, así como se exhibe en una plaza con las manos manchadas de sangre.

Si antes tenía sólo la impresión que Gisella Valcárcel es el mejor ejemplo de que en el mundo el intelecto no siempre es la clave para triunfar (si a eso podemos llamar triunfar) sino la astucia, enseñar el trasero y tener pocos escrúpulos, ahora ya lo he comprobado. Los supuestos sueños son sólo sus vehículos de notoriedad; llantos bien calculados y caricias fingidas de compasión con las cuales pretende hacer creer a todo el mundo que el suyo es una especie de programa filantrópico donde los desgraciados o víctimas de algun infortunio encuentran la salvación. Nada más falso. Nada más artero.
Siempre pensamos que cuando alguien ha llegado a su límite de arribismo no puede ser capaz de nada más sucio o vil. Pero el mundo de ahora nos demuestra que ocurre lo contrario; hay una competencia por superar los propios límites y recurrir a cualquier medio para obetener lo que queremos, sea destruyendo personas, ideales o almas. Incluso presentando a alguien que asesina animales indefensos como héroe.

El arribismo nunca estuvo mejor representado.

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