Ver a nuestros hijos envejecer es algo que todos tenemos que enfrentar en algun momento. Verlos encanecer, caminar màs lento, enfermarse màs seguido, nos trae a una realidad que nos dice que los años pasan y que el momento de decir adiòs està cada vez màs cerca.
Hoy dìa miraba a Rocky mientras dàbamos nuestro paseo. Se cansa màs, su ritmo es màs pausado, me mira y parece decirme "ya es suficiente, estoy cansado". Rocky ha tenido en los ùltimos meses varios achaques y su hìgado està muy delicado. MI madre y yo sabemos que èl ya tiene 10 años y que hay que cuidarlo màs que nunca y que hay que estar listas para todo. Pero que facil es decirlo y que dificil es en realidad estarlo. No puedo imaginar mi vida sin Rocky. No puedo imaginarme despertar sin verlo durmiendo a mi lado, o estiràndose o jugando como un cachorro como està contento. No imagino una noche sin verlo recibirme al llegar de mi duro dìa. La vida sin èl la siento ahora como un mal cuento, como una historia lejana en la que no quiero pensar.
Hace dos dìas mamà le dijo algo en el odio a Rocky que me dio en el corazòn. "Hijito, vamos a disfrutar al màximo nuestros momentos juntos". Las làgrimas se me agolparon en los ojos. Y dije sì, es verdad, el momento llegarà pero el futuro no puede quitarnos la alegria del presente y es cierto mi àngel que debemos disfrutar cada momento juntos, reirnos juntos, celebrar cada segundo de estos 8 años que nos has concedido el privilegio de ser tus mamàs.
Sigamos siendo felices mi Rocky. fELICES PARA SIEMPRE.
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