En esta época y siempre:
recordemos a los animales que nos dieron momentos inmensos de felicidad
recordemos a los que encontraron una nueva oportunidad y, a la vez, nos enseñaron a ser más humanos
recordemos a los que se fueron pero que compartieron el milagro de su pureza con nosotros en días y horas inolvidables
recordemos a los animales que no tendrán el calor de una familia, ni una palabra de afecto que alivie su soledad, ni un ser que se preocupe por su bienestar
recordemos a esas orejas, picos, plumas, colas o bigotes que nos enamoraron con sólo mirarlos y que cambiaron nuestra forma de ver la vida y los sentimientos
recordemos cómo somos cuando estamos sin ellos y cómo somos cuando ellos están junto a nosotros
recordemos que si estamos vivos y que si seguimos en un mundo que cada vez es más indiferente es porque su valentía y su amor nos da las fuerza para enfrentarnos a él cada día
recordemos lo que experimentamos cada vez que salimos de casa y unos ojos plenos de luz nos reciben como si no nos hubieran visto en años
recordemos que nuestro dolor no importa sólo importa su paz y bienestar
recordemos que ellos no nos necesitan débiles, ni embargados de odio, sino fuertes, serenos y decididos para cambiar poco a poco ese mundo que la mayoría de veces les es adverso
recordemos que son ellos, los animales, quienes nos permiten descubrir corazones humanos generosos en medio del egoísmo y la crueldad
recordemos que nuestros hijos no necesitan las camas más modernas,
ni los juguetes más caros o la ropa más elegante:
sólo un abrazo nuestro será suficiente para iluminar su mundo
y qué es lo que nosotros les damos al lado de lo más maravilloso que ellos pueden brindarnos
su propia, invaluable y absolutamente única EXISTENCIA......
por la que jamás terminaremos de dar las gracias suficientes
