viernes, 10 de octubre de 2008

MI PEQUEÑO AMOR


Este tiempo lejos de mi verdadera casa ha sido dificil y largo. Debo confesar que yo misma me sorprendo al llamar casa a mi casa después de los miles de conflictos que he tenido con mi madre. Sin embargo, ahi está. "Ese" es, aunque yo patalee y todo. Estas últimas horas de momentos difiicles y complicados, de decisiones tristes he vuelto al ruedo de ser mamá ave y eso aunque no lo crean me está sanando el corazón de una manera increible.

Mi trabajo me absorbe todo el día por ende ya había renunciado a ser mamá ave durante mucho tiempo porque no podía alimentar un bebé como era debido y si un enanito emplumado se cruzaba en mi camino llamaba a Tati inmediatamente para que me ayude. Sin embargo con este pichoncito ha sucedido algo diferente : me he enamorado. En serio, es de esos bebes amistosos y dulces, no de los locos ariscos que a veces uno encuentra en esta especie de los llamados ojitos azules. Es un amor, una ternura, absolutamente cariñoso y creo que ya me adoptó como mamá porque ya se soltó conmigo, ya me pìde la comida moviendo el alita de emoción cuando me ve, digamos que ya se estableció la simbiosis. Y he decidido cuidarlo yo. Qué importa que tenga que venir con mi canasta de plástico todos los días al trabajo para poder alimentarlo a sus horas; él me ha devuelto algo dulce y nostálgico de una vida mía que parecía lejana y de la cual tuve que alejarme por el ritmo cruel de la rutina. esa vida donde tantos bebés pichones (de paloma de castilla, de cuculí y hasta de tortolita) me salvaron a mí , al salvarse ellos .

Esta cosita es una adoración. En medio de la ferocidad del tránsito mañanero mientras yo peleaba con el estúpido cobrador del bus, él estaba feliz de la vida espulgándose y al verlo alli dentro de su canasta completamente apartado de la vorágine loca y contaminada del mundo sentí una ternura especial otra vez, sentí esa magia que sólo los animales imprimen a tu vida. Esa magia especial que te purifica en medio del caos.

Y aqui estamos él y yo. El en su canastita ya después de su comida de las 4 pm semi oculto en el baño de mi oficina y seguro ya, a esta hora, medio dormidito. Y yo estoy aqui pensando miles de cosas triste más otras más, pero con esa luz interior que da saber que algo puro está cerquita a ti y lo mejor de todo unida a ti.
Ahí está mi bebe...con el buche llenito de quinua y el corazón aún más de ternura. Llegó en el momento exacto para apaciguar mi amargura interna. Dios siempre es asi de travieso. Me los envía en el momento exacto para recordarme donde está mi esencia única y verdadera.
Al estarle limpiando las plumas de la quinua que se había pegado en ellas sentí que me miró y que sonrió con la mirada.
Una vez alguien me dijo que yo sonreía con la mirada y aún siento que fue lo más bello que me han dicho hasta ahora. Ahora sé que mi pequeño Bubi también lo hace.
Sonríe con la mirada una vez más para mí, mi pequeño amor.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, primero agradecerte por pasar por mi blog y que te haya gustado el post.

Ahora acabas de hacerme sentir una emoción que no sentía, ese sentimiento de querer a alguien (que no necesariamente sea una persona) y saber que es recíproco.
A la vez me has hecho sentir culpable del descuido que (por ciertos motivos) de tenido con esos pequeños amores.

Tu post es bellísimo, esa ternura y cariño que tienes por él se ve reflejado.
Te seguiré leyendo, no podré llamarme (aún) un animalista pero quizás con tu blog aprenda a serlo (aunque quizás uno nace y no se hace, no?).

Nos leemos! Un abrazo! =)

Anónimo dijo...

tengo 2 pichones de cuculi q mi papá encontro en su chacra...

me puedes decir cuanto mide un cuculi??

x fis lo necesito urgente
:D