lunes, 20 de agosto de 2012

LOS PASOS EN EL TIEMPO

La para laboral me está trayendo muchas preocupaciones pero a, la vez, momentos maravillosos que estoy pasando junto amis hijos.

El estar más tiempo con ellos, me hace sentir una paz increíble, siento que vivo un tiempo que debo atesorar, como esas mamis que trabajan y de pronto tiene la oportunidad de estar en casa.

Pero es cuando salgo a pasear con ellos que encuentro mi verdadera esencia. Es ahi cuando me siento más maternal que nunca porque me vuelvo tres mamás distintas, una para cada uno, porque cada uno es diferente con su propia personalidad, con su propio modo de ver la vida, con sus manías y su virtudes, con sus cualidades y sus travesuras particulares que los hacen inmesamente únicos.

Para Rocky, soy la mamá paciente, la que tiene que medir sus pasos y su apuro ante el adorado bebé de 11 años. La que debe comprender el paso de sus años y abrazarlo antes de cruzar cada semáforo. Soy la mamá de las reglas que no lo deja ni una rato libre del tiro porque sabe que solo le hace caso a la mamá Olga y no a mí.

Para Perla, soy la mamá amiga, las camaradas que han dormido juntas más de 8 años una al lado de la otra y que salen a tomar un paseo sintiéndose unidas por ese idioma universal que es el amor. Ambas nos miramos y sabemos que pensamos, estamos tan unidas como el alma y el cuerpo.

Para Chatis, soy la mamá consentidora, la que aunque esté cansada o malhumorada tiene que llevarla a dónde a ella le gusta ir, aunque este lugar esté lejos de casa. Con ella todo es a mil por hora: pasear, comer , jugar, saltar. Es ella quien les inyecta energía a Rocky y Perla quienes ya pasan la década.

Junto a ellos entiendo mis pasos, mis evoluciones, mis aciertos y mis errores. Con ellos viajo por las distintas etapas de la vida y encuentro el equilibrio que me lleva a la serenidad, a sacar esa fuerza de mi ser que por momentos parece extinguirse.

Cada paso con ellos es un paso en el tiempo que más anhelo vivir.


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